¿Podemos encontrar muchos cambios entre un colegio concertado y uno público?

Desde nuestra experiencia podemos contaros que sí, que hay aspectos distintos que nos afectan. ¿Y os preguntaréis por qué? A continuación, os los vamos a explicar.


En primer lugar, la diferencia más relevante es el gran número de alumnos, ya que en un colegio concertado, éste es menor, y por esto podemos llegar a pensar que para los estudiantes y profesores es más sencillo dar clases. En cambio, en un instituto público, al haber muchos más alumnos, pueden dificultar la enseñanza. Esto produce problemas, por ejemplo que las clases deben ser más grandes y por tanto, si te colocas en última fila a parte de que no ves bien la pizarra, no oyes con claridad las explicaciones del profesor. También con pocas personas que hablen, enseguida se forma un gran murmuro que no deja seguir la clase. Al haber aumentado el número de alumnos por aula, muchos institutos no están adaptados. Una ventaja de tener muchos compañeros es que puedes conocer a más gente. Además, los recortes que actualmente estamos sufriendo, también perjudican tanto a los alumnos como a los profesores. 

En segundo lugar, podemos centrarnos en la atención que se recibe en los dos tipos de colegio. Porque como hemos expuesto anteriormente, en los colegios concertados, hay menos alumnado y por lo tanto el interés que se recibe individualmente es de un grado mayor, pero no por esta razón estamos infravalorando los públicos. Pero es verdad que hay una notable diferencia entre los dos. En nuestro antiguo centro como aquí, a cada clase se le asigna un tutor, pero además, allí cada alumno tiene un prefecto, es decir, un profesor encargado de ayudarle en todo lo que necesite y para mantener informados a sus padres.
En tercer lugar, en los institutos públicos los profesores para poder ser contratados es necesario que superen unas oposiciones. En cambio, en los colegios concertados, esto no ocurre, porque el director hace una entrevista y a partir de ahí decide si aceptarlo o no.

Ya por último queremos nombrar otro cambio que hemos notado, es el económico. Porque en los colegios concertados hay que pagar una cuota cada mes, o cada curso, dependiendo del centro. Este dinero también depende del colegio, en el que hemos estado anteriormente por ejemplo, el dinero que se pagaba era por las reformas que se necesitaban y sobre todo para intentar mejorarlo. En cambio, en los públicos este dinero destinado al mantenimiento es pagado por el gobierno, y por esto, a día de hoy, con los recortes va todo a peor. 

Dada nuestra experiencia tanto allí, como en el poco tiempo que llevamos en el IES La Vereda, podemos explicar que en el San Rafael, el número de alumnos era mucho menor y por tanto, eran más fáciles las clases, pero pensamos que aquí, poquito a poco, nos acostumbraremos a este cambio gracias a nuestros nuevos profesores y nuestros compañeros. 
Mónica y Macarena

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