Sale a la luz el primer número de la
revista Rayuela con la pretensión de ser un vehículo de
comunicación, participación y diálogo para la comunidad educativa.
Son tiempos oscuros, de ordeno y
mando, de un gran descrédito de la política y de la democracia.
Tiempos oscuros que creíamos pasados. Tiempos en los que la música,
el arte, la literatura y la filosofía están siendo atacados sin
piedad por políticos mediocres, altaneros, mezquinos y mentirosos.
El ataque más directo a la filosofía
ha venido de la mano del ministro Wert y la L.O.M.C.E, que hace
desaparecer casi por completo la filosofía de los institutos
españoles.
Tras veintiséis siglos de pensamiento
filosófico, de pensar reflexivo y crítico, de fundamentación
filosófica del Estado, de la Democracia y de los Derechos Humanos,
el gobierno popular ha querido sacar la filosofía de las aulas.
Impedir a nuestros alumnos la lectura
del Discurso del Método de Descartes, el Manifiesto
Comunista de Marx, la crítica al cristianismo de Nietzsche y su
Ocaso de los Ídolos, negar a nuestros jóvenes la
lectura del Segundo sexo de Simon de Beauvoir, a Ortega y
Gasset, a Tomas de Aquino, o Aristóteles es negar a Europa.
Europa no se construye con más
religión como pretende el Ministro. Europa no es la Europa de los
mercados financieros y de la Conferencia Episcopal. Europa es
Husserl, Hegel, Habermas, Marx, Freud, Galileo, Darwin, y tantos
otros intelectuales que nos han hecho crecer como ciudadanos al
ofrecernos una mirada nueva del ser humano, de la naturaleza y la
ciencia.
Europa también es Schiller y su “oda
a la alegría” musicalizada por Beethoven y Leonard Bernstein
dirigiendo la novena sinfonía cuando cayó el muro de Berlin.
Europa también es Baudelaire, Rilke,
Virginia Wolf, Voltaire, Kafka y Joyce.
Europa es un proyecto que se construye
desde muchos sitios, también en las aulas, pero los responsables del
Ministerio de Educación han decidido que dejemos de pensar, de
escuchar a los grandes compositores, de leer a los grandes literatos,
de fomentar el pensamiento crítico y libre y sustituirlo por más
religión. Más religión y menos pensar parece ser el lema de este
gobierno. El ministro vuelve a abrir un debate cerrado hace mucho, el
debate entre razón y fe, cerrado cuando la iglesia asesinó a
Giordano Bruno y encarceló a Galileo. No queremos esa Europa ni
volver a retomar ese debate.
Eliminar de un plumazo la música, el
arte, la literatura y la filosofía es un síntoma de enfermedad, de
desprecio por el pensar, de inquina contra la inteligencia. No es de
extrañar que el compositor Josep Soler rechazara la Medalla de Oro
al Mérito en las Bellas Artes por considerar que “desde el
gobierno nos han engañado a todos y quieren acabar con la cultura y
la educación”.
La eliminación de materias como la
Ética del currículo de Secundaria es otro síntoma que nos hace
entender el modelo de ciudadano que busca el gobierno. La Ética en
las aulas pretende enseñar a los alumnos que tienen derecho a
perseguir su propio modo de vida y a suscribir su propia concepción
moral siempre que, en su vida pública, respeten y se comprometan con
los principios éticos en los que se basa nuestro sistema de
convivencia. Esa vida pública que han arruinado con tantos casos de
corrupción los mismos políticos que ahora niegan la enseñanza de
las virtudes éticas en las aulas.
En este contexto educativo y cultural
surge Rayuela como un proyecto pequeño pero con ilusión,
porque creemos que la filosofía y las artes se dicen de muchas
maneras. La filosofía no se hace solo desde las aulas, desde las
cátedras. La filosofía se construye en el diálogo y desde el
diálogo y eso es algo que ni el toro bravo del Ministro nos puede
prohibir.
Desde la fuerza que nos ofrece el
Logos podemos construir lo que nos propongamos.
Volvamos a creer en la Educación con
mayúsculas, construyamos un Instituto donde alumnos, profesores y
padres debatan sobre el futuro, fomentemos la fuerza del debate y del
diálogo, levantemos institutos participativos, alegres. Tiremos por
la borda el pesimismo y construyamos entre todos, con fuerza,
inteligencia y pasión un centro mejor y un país mejor.
Aunque sean tiempos oscuros recordemos
hoy a Nelson Mandela cuando dijo que la educación es el arma más
poderosa que puedes usar para cambiar el mundo.
Joan Aucejo, profesor de Filosofía y Sociología
Chapeau!
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